Me

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Yo admiro a la mujer que puede sonreír ante los problemas, que puede sacar fuerza de la desgracia, y que en la reflexión crece en valentía. Es característico de las mentes pequeñas encogerse, pero aquél que es firme en su corazón, y cuya conciencia aprueba su conducta, persevera en sus principios hasta la muerte. Thomas Paine

domingo, 17 de noviembre de 2013

Bienvenida Madurez.

Se han preguntando, cuando es que realmente maduramos?... creo la verdad, desde mi punto de vista que no es una cuestión de genética o edad.. es una cuestión de la vida.

Existen sucesos en nuestra vida que transforman nuestra perspectiva de los hechos y actos que día a día observamos y cuando nos hacemos responsables y dejamos de evadir las cosas, las enfrentamos y crecemos, eso es madurez.

Como jóvenes el mundo nos ofrece muchísimo, tenemos dos caminos a elegir todos los días y se que la vida se basa en decisiones, no diría que es el camino del bien o del mal, simplemente de lo correcto e incorrecto, y cabe a clarar que creo profundamente que lo correcto es lo que nosotros creemos que es correcto, no el mundo, no una persona, sino nosotros basados en nuestras vivencias, ideologías y religión.

Por ello a partir de los 15 años que empezamos a crecer y aspiramos a tantas cosas desgraciadamente nos fijamos en el mundo vano, el mundo superficial, y terrenal donde quien tiene más es mejor, el más bueno y el más inteligente y por ello descuidamos lo que realmente es importante, lo que es oro para nuestras vidas y eso en primera instancia sería nuestra familia porque que creemos que ellos son las únicas personas que realmente estarán con nosotros siempre, en todo momento y lo aseguramos, pero la realidad es que no es así, ellos también se cansan, se decepcionan y por naturaleza se van.

Quiero compartirles que yo también era una joven con esos pensamientos, la verdad es que desde los 14 años trabajaba y era responsable pero no madura,  según yo vivía en un mundo color de rosa porque nuestros papas ante todo siempre, siempre buscan lo mejor para nosotros, nos consienten y nos dan todo, pero eso no es malo siempre y cuando nos lo ganemos, no perdamos la vista de las cosas que realmente nos deben de importar.

Hoy les puedo decir que en el momento en que empecé a darme cuenta del verdadero valor de las cosas fue cuando tenía 17 años porque un día reflexionando sola me pregunté:  ¿qué sería de mi si mis papás hoy ya no estuvieran? Apuesto a que ustedes se han preguntado lo mismo, entonces empece a evaluar mi comportamiento, mi relación con las personas y mi actitud, la verdad tengo que confesarles era la clásica niña del labial y el pinta uñas, muy mandona y sangrona pero claro siempre aplicada e inteligente jaja... y me di cuenta que realmente no era una persona admirable, humilde y madura, la verdad fue un puertaso en la cara porque estaba tan encerrada en mi mundo que no me daba cuenta de lo que realmente pasaba en el mundo. 

Poco a poco, me fui acercando más a mis papás, pero no nada más para pedirles dinero o permiso sino a pasar tiempo de calidad con ellos, empece a hablar con compañeros de la escuela que nunca había hablado y a ir a lugares y comprar cosas que no acostumbraba, ¿porqué? por que quería ser diferente.

Esto fue cuando iba en segundo de preparatoria, imaginense ya vieja jajaja pero saben que,  la vida y Dios no se equivocan a todos nos llegan las cosas en el tiempo que las necesitamos,  la verdad fue una bendición que me llegará en ese momento porque todavía tenía un año de escuela, entonces iba a aprovechar para conocer a todos, llevarme con todos y de verdad ser diferente, y así fue.

Posteriormente entre a la universidad, y ahí fue cuando hice borrón y cuenta nueva, no es que niegue mi pasado, no, pero todos los días tenemos la oportunidad de vivir esas 24 hrs diferentes, mirando para enfrente y con la cara en alto.

Al tiempo que entre a la universidad conocí a Dios, realmente conocí a Dios... porque mi familia y yo nos convertimos en cristianos y que creen ese fue mi parteaguas, me cambio la vida.

Desde hace 4 años creo que realmente estoy viviendo y estoy disfrutando las cosas de la vida no me refiero a mis bolsas, mis zapatos o mis viajes, sino a pasar el tiempo de calidad con las personas que más amo, que me han impulsado en cada sueño que tengo, que me enseñan, me regañan y me motivan día a día para ser una mejor persona, mi familia, aprendí tambien que es fundamental  darle tiempo a la vida espiritual y emocional eso es lo que nos lleva a estar en armonía para poder estar bien con los nuestros, acuérdense que si nosotros no nos amamos, no nos disfrutamos muy raramente lo podremos hacer con otras personas.

Y es que con esto quiero decirles que por favor, por favor!! todavía están a tiempo de valorar las cosas importantes de la vida, están a tiempo para abrazar a sus papás y decirles cuanto los aman, para reirse horas y horas con sus hermanos, compartir secretos y salidas con sus mejores amigas y disfrutar esos momentos que son oro, que son las cosas que realmente importan y no las cosas superficiales.

La madurez llega cuando nos damos cuenta en donde estamos parados y hacía donde vamos, cuando tomamos las riendas de nuestra vida y nos hacemos responsables de nuestro papel en el mundo, eso es decir....  BIENVENIDA MADUREZ.





















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